En la actual campaña antártica el guardaparque Pablo Rosso, del Parque Nacional Los Glaciares (Santa Cruz), realiza tareas de asistencia logística y apoyo a la investigación científica sobre clima en la campaña de verano del Campamento Isla James Ross.
Un equipo de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) instaló placas solares junto a un sistema de acumulación de energía en un refugio utilizado por investigadores, a unos 60 kilómetros de distancia de la base Marambio.
El proyecto "Nutec Plastic" para el estudio de los microplásticos en el mar tiene como objetivo la preservación de la vida acuática, y será realizado a bordo por la Organización Internacional de Energía Atómica.
El agua de deshielo liberada por el iceberg gigante A68A provocó un refrescamiento y enfriamiento a gran escala de la superficie del océano circundante.
Los científicos afirmaron que las disminuciones iban más allá de las fluctuaciones normales de las plataformas de hielo y se suman a las pruebas de que el cambio climático provocado por el hombre está afectando a la Antártida.
Según datos del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve el hielo registrado está en 2,6 millones de kilómetros cuadrados por debajo del récord anterior de del invierno del 2022 que fue de 2,1 millones.
"Es un hallazgo emocionante pero, aunque es una buena noticia, esta colonia es pequeña y se encuentra en una zona muy afectada por el deshielo", señaló Peter Fretwell, el investigador que dirigió el estudio.
Con más de 100 años de historia antártica, la Argentina es uno de los países con mayor despliegue en ese continente, capacidades que se incrementan a través de proyectos de 2022 como la reactivación de la base Petrel, entre otros.
El carbono negro es un contaminante atmosférico que procede de la quema de combustibles fósiles y otros carburantes.
En la Antártida, el carbono negro de los barcos y aviones que transportan turistas e investigadores está oscureciendo y derritiendo la nieve.
El llamado de los tres países quedó plasmado en una nota de opinión publicada que lleva la firma del canciller argentino; la vicepresidenta de España y el ministro de Relaciones Exteriores chileno.
El iceberg bautizado A-76, de unos 170 km de largo por 25 km de ancho y una superficie total de 4.320 km2, quedó a la deriva en el mar de Weddell, según un comunicado de la agencia difundido el miércoles.
En la ocasión, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería, Daniel Filmus, destacó “la firme política argentina tendiente a preservar sus ecosistemas marinos en el Atlántico Sur”.