Hacia una aviación verde

La Industria de la Aviación que aporta entre un 2% y 3% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI), se está ocupando para mitigar las emisiones de sus actividades.

Mes del Ambiente15/06/2023 Javier Garcia Poletto *
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La Industria de la Aviación que aporta entre un 2% y 3% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI)Captura: FlightRadar

Muchos de nosotros observamos en nuestra vida cotidiana “cambios del clima” que sin necesidad de ser científicos experimentamos fenómenos naturales extremos y desde la ciencia se ha demostrado que las personas somos responsables de este Cambio Climático, y en la actualidad la temperatura de la tierra debido a nuestras actividades y forma de vida se encuentra 1,1 °C más elevada que previo a la Revolución Industrial. (Fuente: ONU, 2023). 

Esto provoca los desequilibrios naturales que estamos viviendo y que incluyen entre otros, sequías extremas y pérdidas agrarias, escasez de agua, incendios forestales con pérdida de ecosistemas, reducción de la biodiversidad, aumento del nivel del mar, inundaciones, etc. Esto influye en nuestras vidas en aspectos tales como escases de alimentos, afectación a la salud, pérdidas de viviendas, problemas de seguridad y carencia de puestos de trabajo. 

Desde diferentes organismos se trata de encontrar soluciones para la reducción del Calentamiento Global. Se han firmado numerosos tratados internacionales entre los estados y del cual podemos destacar, El Acuerdo de París, adoptado por 196 estados parte en París en el año 2015 (al cual Argentina suscribió y lo implementa bajo la Ley 27.270), el cual tiene como objetivo limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de 2 grados centígrados, preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales (Fuente: ONU, 2023). 

La Industria de la Aviación que aporta entre un 2% y 3% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI), se está ocupando para mitigar las emisiones de sus actividades, aunque parezca un número “no importante” frente a otras industrias el problema está en el rápido crecimiento de este medio de transporte tan necesario para el desarrollo, por ejemplo en la Unión Europa se estimó para el año 2019 un crecimiento del 146% respecto del año 1990 (Fuente: https://www.europarl.europa.eu/news/es ). 

Entre las acciones que se están tomando se tienen la de Clean Skyes for Tomorrow (Coalición de Cielos Limpios para el Mañana) conformada por más de 60 empresas del sector siendo una iniciativa del Foro Económico Mundial cuya misión es acelerar el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF, Sustainable Aviation Fuels).

Este compromiso supone un hito en el camino hacia el objetivo de llegar a cero emisiones netas hacia 2050, mediante un trabajo conjunto que impulse el uso de 10% de SAF en la industria global de la aviación para 2030.

Los SAF son combustibles que por sus componentes reducen en un 50 y 60 % las emisiones de GEI obtenidos a partir de residuos orgánicos, distintos del petróleo, como el aceite de cocina, grasas, biomasa u otras fuentes renovables de tal manera que su proceso de obtención tampoco afecte al medio ambiente. 

En la actualidad ya hay varios aeropuertos que ofrecen combustibles SAF, ya sea de forma continua (Ongoing deliveries) o en lotes (Batch delivery). En la figura (1) siguiente se observa la evolución de la cantidad de aeropuertos que ya disponen del servicio de combustibles SAF. 

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Figura 1: Evolución de la cantidad de aeropuertos que ofrecen combustibles tipo SAF de forma continua (Ongoing deliveries) o en lotes (Batch delivery). Fuente: OACI, 2023.

La ventaja de estos combustibles es que pueden adaptarse a las tecnologías de propulsión actuales y brindar soluciones a corto y mediano plazo; como desventaja es el costo y la baja producción actual lo que lo hace poco accesible para los operadores aéreos en el mundo, esto se puede apreciar en la figura 2, donde los países poco desarrollados (incluido Argentina) por los costos no tienen posibilidad de acceso a estas tecnologías, pero que a futuro se pretende aumentar su producción lo que implica reducción de costos y mayor accesibilidad. 

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Figura: Mapa de la distribución de aeropuertos en el mundo que suministran combustibles tipo SAF. Fuente: OACI, 2023.

La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) diseñó un conjunto de medidas para reducir las emisiones de GEI lo que se estima producirá una mejora del 2% anual del rendimiento del combustible hasta 2050 y un crecimiento neutro en Carbono tomando como base el año 2019.

Entre las medidas se menciona mejora en las tecnologías, mejora en la performance de vuelo, perfeccionamiento de la gestión del tránsito aéreo y mejoras operacionales, y el uso de los ya mencionados combustibles sostenibles. Como medida a destacar se avanzó en un esquema de compensación y reducción de emisiones para la aviación internacional denominado Plan CORSIA. 

El CORSIA es una medida mundial basada en el mercado diseñada para compensar las emisiones de Dióxido de Carbono procedentes de la aviación internacional a fin de estabilizar los niveles de esas emisiones a partir de la línea de base 2019. 

El CORSIA se estructura en tres fases. La fase piloto (2021-2023) y la primera fase (2024-2027), que constituyen un período de ingreso voluntario para los Estados. La segunda fase, vigente a partir del año 2027, implica el ingreso obligatorio dentro del esquema de compensación para aquellos Estados cuya participación en el mercado aéreo internacional en 2018 haya sido superior al 0,5% del total (en % de RTK: Revenue Tonne-kilometres (RTK) o tonelada métrica de carga paga que recorre un kilómetro) o cuya participación acumulada alcance el 90% de la actividad total. (Fuente: OACI, 2023).

La Argentina participa del Plan CORSIA aplicando los requisitos de vigilancia, notificación y verificación (MRV, por sus siglas en inglés) regulado por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) para aeronaves de matrícula nacional que realizan vuelos internacionales, por lo que deben medir y monitorear sus emisiones y notificar a la ANAC anualmente. 

Hasta el momento, este país no ha ingresado de manera voluntaria a la fase de compensación del CORSIA y no tiene obligación de hacerlo en el período obligatorio, porque su participación en las emisiones de GEI debido a sus actividades aéreas respecto del total global durante el año 2018 alcanzó el 0,22% de RTK (menor al 0,5%).  De igual manera Argentina mantiene su compromiso con la reducción de las emisiones de GEI (firmante del acuerdo de París y otros tratados internacionales) y se posiciona como un posible proveedor de biocombustibles para la aviación.

En Argentina alrededor del 97% de las emisiones de GEI generadas por las actividades aerocomerciales corresponden a las líneas aéreas (con matrícula nacional) y el 3% restante a los ámbitos aeroportuarios. Por ello se hace mayor foco para mitigar las emisiones en las aeronaves (uso de SAF, modernización de la flota, performance de vuelo, reducción de peso, etc), pero de igual manera se implementan muchas mejoras en los aeropuertos como el uso de energías de fuentes renovables (paneles solares), manejo de residuos, mejora de las calles de rodaje, construcciones de terminales sostenibles, etc.  (Fuente: Ministerio de Transporte y ANAC, 2021)

En resumen podemos reconocer que sólo haciéndose esfuerzos conjuntos se puede llegar a las soluciones para mitigar los impactos ambientales. 

Esto hace reflexionar que no podemos esperar que otro lo haga por uno, debemos dejar los individualismos y aportar desde donde uno pueda el grano de arena para contribuir positivamente al medio ambiente. 

Javier Garcia Poletto * - Lic. en Gestión Ambiental Javier Garcia Poletto, graduado en la UBP y consultor aeronáutico en sostenibilidad en FlyInnova Aviation Solutions. 

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