Fiestas de Fin de Año: las claves para el consumo responsable y el reciclaje eficiente

Con el aumento estacional del consumo por las fiestas de Fin de Año, Ecoplas propone a la comunidad llevar a cabo aquellas prácticas más simples que permitan elegir mejor, reducir desperdicios y potenciar los plásticos circulares.

General12/12/2025EcoObjetivoEcoObjetivo
ECOOBJETIVO FOTO ECOPLAS fiestas y hábitos circulares
Las fiestas de Fin de Año son una oportunidad para adoptar hábitos circulares.Foto: Gentileza.

Las fiestas de Fin de Año suelen venir acompañadas de un aumento significativo en el consumo de alimentos, envases y productos de uso cotidiano. Ese crecimiento también se traduce en más residuos, por eso es  importante adquirir hábitos simples que permitan celebrar sin descuidar el ambiente.

“Las fiestas representan un momento ideal para poner en práctica la economía circular en casa, en especial con los más pequeños. Cada vez que elegimos un envase reciclable o separamos en casa un plástico con apenas un enjuague, estamos ayudando a que ese material vuelva a convertirse en un recurso y no en un residuo”, señaló Verónica Ramos, directora ejecutiva de Ecoplas.

Separación de materiales

Los plásticos —livianos, resistentes e higiénicos— cumplen un rol clave incluso durante estas semanas de mayor temperatura, ya que protegen alimentos, evitan desperdicios y facilitan su transporte seguro. Botellas, bandejas, paquetes de fideos, potes de helado o queso crema, envoltorios y films,  son parte habitual de las mesas y preparativos de fin de año, pero una vez transcurridas las fiestas es importante que sean gestionados adecuadamente. 

La correcta separación en origen es el punto de partida. Retirar restos de comida, enjuagar los envases y disponerlos secos en la bolsa de los reciclables, facilita su recuperación. Luego, pueden entregarse al encargado del edificio, a los sistemas de recolección diferenciada o a los puntos verdes disponibles en cada municipio.

Con pequeñas acciones cotidianas, las fiestas pueden convertirse en un momento para avanzar en un consumo más consciente, eficiente y respetuoso con el ambiente. 

Otras ideas sencillas y prácticas:

Planificar compras: priorizar envases livianos, porciones adecuadas y productos con contenido reciclado, y reciclables.

Elegir envases reciclables: identificarlos mediante símbolos y sellos como La Manito para los plásticos monomateriales para beneficiar su recuperación

Reutilizar antes de descartar: las bolsas plásticas se pueden reutilizar para separar los residuos y para almacenamiento, los potes pueden convertirse en organizadores de cajones o macetas.

Armar una “estación de reciclaje” familiar: en un rincón fijo de la casa con un recipiente exclusivo para disponer los reciclables limpios y secos.

Compactar envases: aplastar botellas o bandejas permite ahorrar espacio en los contenedores y mejora la eficiencia de recolección.

Compartir el hábito con los más chicos: proponer juegos como “clasificar por materiales” o “buscar el símbolo del reciclaje”.

Argentina y el hábito del reciclaje

El hábito de separación creció de forma sostenida en la Argentina durante los últimos años. En efecto, la última edición del Informe Ecoplas & Opinaia señala que el 82 % de las personas separa residuos reciclables al menos de manera ocasional.

Este cambio cultural se complementa con avances concretos en ecodiseño y certificaciones ambientales como La Manito, que identifica envases monomateriales aptos para reciclarse, y la Certificación INTI-Ecoplas de contenido reciclado, que garantiza trazabilidad e informa al consumidor sobre la proporción de material reciclado incorporado al producto.

El uso de plástico reciclado, además, genera beneficios ambientales comprobados, entre los que destaca una significativa reducción de gases de efecto invernadero. Por eso, elegir productos con contenido reciclado, priorizar envases livianos y reutilizar bolsas o botellas siempre que sea posible, son prácticas que disminuyen la huella ambiental, particularmente en un período de alto consumo.

“Transformar, no tirar. Ese es el camino. Las fiestas pueden ser una oportunidad para reforzar hábitos responsables de consumo y post consumo. La educación ambiental y la participación de las familias son esenciales para que los plásticos sigan insertándose en nuevos ciclos productivos con propósito”, sostuvo Ramos.

 

 

 

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