Cuando la fuente se seca: en los últimos veinte años, América Latina experimentó 74 sequías

General 25 de marzo de 2023 Por EcoObjetivo
En Argentina, los golpes de sequía son numerosos. Más del 90 % de las pérdidas económicas en la producción agrícola se deben a la variabilidad climática.
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Cuando la fuente se seca: en los últimos veinte años, América Latina experimentó 74 sequías

Según el Banco Mundial, en los últimos veinte años, América Latina experimentó 74 sequías, que provocaron más de US$13.000 millones en daños. Este fenómeno impacta en la producción agropecuaria y en los medios de vida de los agricultores, especialmente de aquellos que viven en condiciones de vulnerabilidad. Por ejemplo, más del 50 % de los 1,9 millones de pequeños agricultores viven bajo estas condiciones en el Corredor Seco, una región ecológica en la costa del Pacífico centroamericano afectada por la sequía y la inseguridad alimentaria. 

A su vez, en el mismo periodo n los últimos 20 años, América Latina y el Caribe experimentó más de 548 eventos de inundación extrema que causaron US$26.000 millones en daños.

En Argentina, los golpes de sequía son numerosos. Más del 90 % de las pérdidas económicas en la producción agrícola se deben a la variabilidad climática, en particular a las sequías. Para los habitantes de Paraje Pozo del Toba, en la provincia del Chaco, el acceso al agua potable siempre ha sido un desafío. Recientemente, la zona se ha enfrentado a sequías aún más frecuentes y prolongadas, así como a graves inundaciones, que afectan negativamente a la salud y las condiciones de vida de su población. 

Para obtener agua, los miembros de la comunidad, en su mayoría mujeres y niñas, tienen que caminar varios kilómetros hasta una laguna, su única fuente de agua. En tiempos de sequía, las lagunas también se ven afectadas, dejando a la comunidad sin este recurso limitado. Bernarda, una de las residentes, mostró un cubo con agua ligeramente oscura de la laguna mientras comentaba los desafíos de la comunidad. 

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El cambio climático, una presión crítica sobre el ciclo del agua

El cambio climático está interrumpiendo el ciclo del agua: el aumento del calor está causando que los glaciares andinos se derritan o desaparezcan. Cuando esto ocurre, los caudales de verano hacia los ríos también disminuyen o desaparecen.

El cambio climático también está afectando dramáticamente los patrones de lluvia. El Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) muestra que mientras la precipitación anual aumentó en América del Sur entre 1950 y 2018, disminuyó en América Central y el centro-sur de Chile durante el mismo período.

Menos precipitaciones y temperaturas más altas pueden hacer que el agua fluvial disponible disminuya en muchos países y en las cuencas más críticas.  

Los períodos prolongados de calor y sequía aumentan la demanda de agua en las ciudades de la región. El aumento de la temperatura también ha generado mayores tasas de evaporación de la vegetación y los cuerpos de agua, en un momento en que el agua suele ser más escasa. Esta tendencia conduce a un aumento del déficit hídrico en casi toda América Latina y el Caribe. 

Además, la variabilidad de las precipitaciones está aumentando, lo que genera más incertidumbre para los administradores del agua que intentan garantizar el servicio y gestionar los riesgos relacionados con el agua, como las sequías y las inundaciones. 

Un recurso cada vez más frágil

El agua es esencial para las personas, la biodiversidad y las economías de América Latina y el Caribe. El agua limpia y el saneamiento son cruciales para el crecimiento infantil y la salud de los adultos. La evidencia apunta a un vínculo directo entre un acceso mejorado al agua y saneamiento y un aumento en el capital humano y la productividad económica, debido a la menor incidencia de las enfermedades y la mayor expectativa de vida. El agua también es fundamental para los ecosistemas únicos hallados en América Latina, desde el poderoso Amazonas hasta los singulares páramos andinos.  

Si bien la región cuenta con la mayor dotación de agua en el mundo, estos recursos hídricos no están distribuidos de forma igualitaria en términos geográficos o estacionales, lo que resulta en disparidades crecientes entre la oferta y la demanda. Regiones como Alta Guajira o el norte chaqueño en Argentina sufren de escasez de agua durante buena parte del año; mientras que buena parte de la actividad económica en México tiene lugar en la zona árida del norte del país, el agua abunda en el sur.  

Asimismo, la gestión no sostenible de los recursos hídricos, la creciente demanda de agua y la contaminación son solo algunos de los factores que impactan la seguridad hídrica de la región, a lo que se suma la creciente incertidumbre a corto y largo plazo en torno a los patrones de precipitación.  

* Fuente: Banco Mundial

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