Cada 3 de febrero se celebra en todo el mundo el Día Mundial sin Sorbete de Plástico donde se busca reducir el uso del mismo, y concientizar sobre el impacto que los plásticos de un solo uso poseen. Ellos constituyen una creciente amenaza para los entornos urbanos debido a que suelen ser descartados rápidamente, pueden tardar de 150 a 400 años en desintegrarse, y además, es el cuarto residuo plástico más común en las costas y en los océanos. 

Datos interesantes

• Las pajitas o sorbetes, como muchos otros productos de plástico, no se reciclan.
• La mayoría de los sorbetes acaban en rellenos sanitarios, se queman, o peor aún, contaminan mares y océanos. Por lo que son nocivos para el medioambiente y la salud humana.
• Sólo en Estados Unidos, se usan (y tiran) 500 millones de pajitas al día. El equivalente a 127 autobuses diarios llenos de pajitas.
• Al ser un objeto tan fino y ligero se convierte en un peligro para los animales, en particular para los animales marinos.
• De los 8 millones de toneladas de basura plástica. El 4% de la basura de todo el mundo está compuesta de sorbetes que tienen un uso de 30 minutos contra más de 150 años que tardan en descomponerse.
• Cerca de 1,5 millones de animales mueren o enferman a causa de la ingesta de plástico. Muchos de los animales que ingieren plástico son consumidos luego por los seres humanos por lo que indirectamente estamos comiendo microplásticos.

Las alternativas sustentables son muchas: sorbetes vegetales o con diferentes materiales: caña de bambú, papaya, de la planta tacuara, etc. Todas estas opciones solucionarían el problema. 

Fuente: Organización para el Desarrollo Sustentable